miércoles, 29 de octubre de 2014

Los celos en la pareja

Los celos naturales son los celos que causa el simple hecho de amar. Cuando uno ama, tiene miedo de perder el amor del otro. Es una condición natural. Lo importante es que estos celos sean controlados, apenas una pincelada de color en el cuadro de una pareja.
Hasta ahí los celos naturales. ¿Qué pasa cuando los celos se descontrolan?

Los celos enfermizos

A veces, una excesiva preocupación suele implicar una necesidad de control que estaría más relacionada con la posesión que con el amor. Cuando los celos son enfermizos, la persona celosa exige y demanda cada vez más del otro. El miedo a perder su amor y su favor comienza a ser un pensamiento obsesivo y continuo.

El celado siente que la relación se vuelve asfixiante y se siente agobiado y vigilado. Generalmente las actitudes cariñosas del celoso se van volviendo agresivas y el amor del celado se convierte en temor y hastío.

Lo más paradójico es que los temores del celoso patológico suelen ser infundados. Ve rivales y situaciones equívocas donde no las hay. Acusa al amado de mentiroso o desleal, incluso de infiel, cuando esto no es así.

Señales de que los celos son un problema grave en la pareja

Una de las señales de alarma sucede cuando las escenas o los planteos desmedidos de una de las dos partes se vuelven cotidianos sin depender de un hecho puntual.
  • Tu pareja empieza a controlar tus movimientos con llamados telefónicos reiterados para saber dónde estás y cuándo llegas. Incluso si ya has explicado con anticipación dónde estarás.
  • Hay cada vez más planteos acerca de tu relación con tus amigos y familiares. Tu pareja quiere que compartas menos tiempo con ellos para estar los dos solos.
  • Tu pareja comenta y critica tu manera de vestir y tus gustos. Especialmente aquellos que son diferentes de los suyos.
  • Si dejas la computadora abierta o el teléfono móvil sin guardar, tu pareja encuentra cualquier pretexto para revisar o mirar de cerca.
  • Tu pareja tiene celos de tus compañeros de trabajo, jefes y sospecha de cualquier reunión laboral que tengas.
  • La relación se ha resentido en los últimos tiempos porque resulta intolerable el nivel de celos en la pareja. Los celos son el tema principal de cada conversación y rato juntos.
El amor y la relación de pareja se basan, principalmente en el respeto y admiración mutuos. Cuando el celoso entra en esta espiral de celos patológicos, estas dos premisas se resienten. El celoso se siente traicionado e irrespetado. El celado también siente que le faltan el respeto y lo acusan en falso, se siente injuriado. 

Qué hacer frente a un problema de celos importante 

Lo primero que habría que hacer es detenerse y enfrentar el problema como adultos. Resolver este tema juntos o con un terapeuta es una excelente manera de fortalecer la relación y crecer como pareja. Es fundamental enriquecer la seguridad y autonomía de cada miembro de la pareja en relación al otro y, al mismo tiempo, entender que la confianza mutua no será traicionada porque el amor es un acto voluntario, no obligatorio. Es decir "Si está a mi lado es porque me ama". 

Tips para superar los celos 
  1. Tu pareja te ama y te elige. Si no fuera así, no estaría a tu lado. Si alguna vez no es así, no podrás hacer nada para retenerla. El amor no se posee.
  2. Todos somos celosos en un punto, pero no debes permitir que se descontrolen y te dominen. Los celos son un 90% de fantasía y temor.
  3. No dejes de vivir las cosas que te gustan por los celos de tu pareja. Siéntate y enfrenta el problema. Su derecho termina donde empieza el tuyo.
  4. Los celos enturbian la percepción y proporción real de las cosas.
  5. No generalices y catalogues a los demás. Tampoco a tu pareja. Cada persona es un universo diferente y no sigue las mismas pautas de comportamiento.
  6. Nunca conviertas la presunción en certeza. Todos tenemos intuiciones al conocer a otro. El tiempo y el compromiso mutuo permiten desestimarlas o confirmarlas.
  7. Confía en tu instinto cuando estás CON tu pareja. La distancia física a veces hace aparecer fantasmas que no existen. Mira dentro de sus ojos y siente.
  8. Evita pensamientos que te generen celos. Nunca pienses de dónde viene la experiencia sexual del otro. Todos tenemos un pasado. Lo importante es el AHORA y cómo sirve esa experiencia para gozar juntos.
  9. Acepta que tu pareja tiene su mundo propio, tal y como tú tienes el tuyo. Lo maravilloso es la intersección de ambos universos. Del Yo+Yo al Nosotros.

Violencia Obstétrica

                               Violencia Obstétrica. 




La violencia obstétrica es el maltrato que sufre una mujer embarazada; el ser juzgada, aterrorizada, vejada, lastimada física y emocionalmente, no ser respetada. Eso es violencia obstétrica.
La Organización Mundial de la Salud tiene una serie de recomendaciones para un parto respetado y, aunque se supone que todas las mujeres tenemos derecho a un parto respetado,  los partos violentos y deshumanizados son la realidad de millones de mujeres en todo el mundo.
La violencia obstétrica no es normal; no debe verse como normal el que los médicos o enfermeras griten, ridiculicen o ignoren las opiniones de la parturienta. Hay prácticas que se siguen llevando a cabo a pesar de que  han sido desaconsejadas; por ejemplo, la maniobra de Kristeller (empujar al bebé dentro del vientre para sacarlo), la episiotomía (cortar la región perianal para agrandar la apertura de la vagina), la maniobra de Hamilton (desprender del cuello uterino las membranas que rodean al bebé, utilizando los dedos).
Es necesario informarnos, conocer y exigir nuestros derechos. No permitamos que nos roben nuestro parto, un momento único y especial para madre e hijos.



Un caso sobre violencia obstretica
 Por Marta Dillon
Jesica tiene 26 años, ha vivido toda su vida en La Boca y al momento de parir, todavía no hace un mes, fue al hospital Argerich, donde la atendieron desde el primer momento de un embarazo que no había buscado pero empezó a desear desde el mismo momento en que decidió, conscientemente, que quería que llegara a término. Es una joven aguerrida, no sabe quedarse callada, no quiere quedarse callada porque es así, hablando, gritando si es necesario, como supo resistir, siendo todavía una niña, a la violencia que su papá ejercía sobre ella. Y no iba a quedarse callada justo en el momento en que su hijo empezaba dentro suyo esa danza conjunta que es el proceso de parto y nacimiento. Estaba ansiosa cuando llegó al hospital. Había tenido algunas complicaciones en el último tramo del embarazo, así que el hospital se había convertido en algo así como su segunda casa. Por eso no era miedo lo que sentía sino ganas de atravesar ese momento intransferible aunque tantas veces relatado en la familia, entre sus amigas. Los dolores de parto ya se hacían sentir, distintos de cualquier otro, soportables hasta el momento de llegar a la guardia, cada vez un poco más intensos, arrasadores como una marea que la obligaban a agacharse, a masajearse la cintura, a colgarse del cuello de su compañero, mucho más temeroso que ella, silencioso frente a sus gemidos, sin más que hacer que darle algunos mimos, ni más ni menos que lo que Jesica quería, lo que Jesica necesitaba.

Eso fue lo primero que le arrebataron.

Apenas la internaron la dejaron sola en un cuarto sin ventana. “Me dijeron que él no podía entrar porque había otros partos”: Jesica se quejó, a voz en cuello, en el intervalo entre contracciones. “Fue peor, me dijeron que si no me callaba no iba a poder parir, que mi novio no había ido a ningún curso preparto ¡y yo tampoco porque no había vacantes! ¿Y qué?, ¿Me iban a dejar afuera de mi parto?” A ella, no; a él, sí. Ella intentó “portarse bien”, tal como le habían pedido. Se sometió a los tactos reiterados que multiplicaban el dolor a medida que los residentes hacían sus prácticas y se maravillaban de que a pesar de la eclampsia estuviera llevando el trabajo de parto adelante sin mayores complicaciones. Cada vez que se abría la puerta venía alguien a quien no conocía, con alguien más. Cada vez que se abría la puerta, ella preguntaba cuándo iban a dejar entrar a su pareja. Nadie sabía, nadie contestaba, apenas sabían su nombre porque lo leían en la historia clínica. Fueron seis horas en total. Nadie que le tomara la mano, nadie que la tranquilizara, la masajeara, le diera algo de afecto. “Después, la partera fue re buena onda, pero esas horas eran interminables, mirando la pared, sin saber nada de mi familia, me trataron como si no existiera, como si yo fuera una concha que podían pasar y mirar y tocar, pero no me contestaban nada de lo que preguntaba, ¡mi cara no existía!”
Lo que Jesica sufrió se llama violencia obstétrica. Lo que hicieron las personas responsables de atenderla fue violar tres leyes vigentes: la 25.929, que protege los derechos de madres, padres y recién nacidos en el proceso de parto y nacimiento; la ley 26.061 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y la ley 26.529 que protege los derechos de los y las pacientes. ¿Y cuál es la sanción que reciben estos profesionales o practicantes? En principio, ninguna. ¿Quién podría denunciarlos? Jesica, una chica de 26 años que ahora está amamantando a su hijo Bruno, tarea que en parte curó esas heridas transitorias pero que no alcanzan para que se olvide de tanto maltrato. ¿Dónde podría hacerlo? Ella no lo sabe. No está muy claro todavía. De hecho, aun cuando la ley de protección integral contra la violencia hacia las mujeres tenga una serie de artículos específicos sobre violencia obstétrica y ésta se nombre explícitamente, todavía se están elaborando las sanciones para este tipo de violencia física –por los tactos innecesarios, por tomar a una persona sin su consentimiento como objeto de estudio aunque esto le provoque dolor– y simbólica –por la soledad a la que la sometieron en un momento tan delicado–. La abogada Perla Prigoshin, titular de Consavig, la comisión destinada a elaborar sanciones contra la violencia de género, asume que es una tarea que está pendiente. Para eso se creó la Consavo –comisión para la elaboración de sanciones sobre violencia obstétrica– que aún está en etapa de definiciones. Prigoshin, abogada feminista y mujer de acción por sobre todas las cosas, se remite a su propia experiencia: “Yo quisiera escuchar a los médicos para saber cómo justifican la rutina del parto que suele aplicarse en la mayoría de las instituciones. Sabemos, porque lo dice la OMS y nuestra propia ley, que la episiotomía no debería ser parte de la rutina, que acostar a las mujeres para parir es una forma de inmovilizarlas que complica el parto, que estar acompañadas es fundamental. Sin embargo, estas cosas tan sencillas no se cumplen y las mujeres que demandan son pocas porque todavía hay mucha desinformación. Yo tuve un primer parto acostada y un segundo en cuclillas mientras me querían aplicar todo el curso encima, diciéndome cómo tenía que respirar, cómo tenía que pujar como si en algún lugar las mujeres no lo supiéramos. Por eso lo que queremos desde la Consavig, en principio, es aplicar multas a los profesionales que no cumplan. Las prácticas que representan violencia obstétrica, por mucho que se vengan practicando, tienen que estar incluidas en el código de ética de los colegios médicos y de otros profesionales de salud, el mismo código de ética que se usa para sancionar a sus afiliados”.
Sol parió en Quilmes, en una clínica privada, en febrero. Tenía la ilusión de ser “la protagonista de mi parto”, de tomarse su tiempo, el tiempo que fuera para que su cuerpo sea el que hable. Paradójicamente, apenas tuvo tiempo para enunciar lo que quería. Separada de su pareja desde el primer momento, la atemorizaron de tal modo que sus ilusiones parecían caprichos frente a la posibilidad de que “algo malo” le pasara a ella o a su bebé. Llegó ansiosa a la internación, como la mayoría de las mujeres. La inmovilizaron, la conectaron al monitor fetal y en medio de una contracción sentenciaron que los latidos de su bebé estaban en zona de riesgo, que probablemente le faltara oxígeno. No le explicaron ninguna otra cosa, ni siquiera le proporcionaron oxígeno extra. A pesar de todo, ella resistió: “Siguiendo la indicación de la primera médica (que la atendió), empiezo a respirar tranquila y profundo y pregunto si siguen disminuyendo los latidos, a lo cual me responde que no, que los latidos se normalizaron; pregunto entonces si podemos evitar la cesárea, a lo cual la doctora (de guardia) me responde que no, cesárea. En minutos tenía cuatro personas encima, sacándome la ropa, pinchándome, afeitándome, yo lloraba, preguntaba por mi marido, y le pedía a la médica una y otra vez que quería entrar con mi marido al quirófano. A lo cual (la médica de guardia) me responde que no se puede. En simultáneo siento cómo se burlaban entre ellas de otra parturienta que ya aguardaba en sala de partos, ‘está descontroladísima’, comentan y en un momento oigo también cómo se burlaban de mí y mi requerimiento de que mi marido me acompañe (...)” El testimonio de Sol pudo leerse a principios de año en la Red Informativa de Mujeres de Argentina (RIMA), donde su carta llegó como un pedido de ayuda para que lo que había sufrido no quede impune. “A todo esto mi marido regresa de hacer los trámites –sigue la carta de Sol–, nunca lo reúnen conmigo, lo dejan en la sala de espera, desde donde me siente llorar y nadie le explica qué está pasando, finalmente increpa a una de las médicas y le exige que le explique qué ocurre, a lo que le responden que van a realizar una cesárea, que espere ahí, que ya lo iban a llamar (lo cual nunca ocurrió). El trato durante la cesárea fue horrible, fui llorando, muerta de miedo, los médicos se manejaron como si yo no estuviera allí, como si estuvieran manipulando un objeto, charlaban entre ellos y sólo se dirigieron a mí para decirme que deje de llorar (...) En un momento, sin decir nada, todo el equipo se había retirado a asistir el otro parto y quedé sola con una enfermera, me pasaron a una camilla, y de allí me llevaron a un pasillo, donde estuve sola cerca de media hora calculo. En un momento pasó la enfermera y ante los gritos de la otra parturienta me comento ‘Viste y vos querías parto natural’, luego de un rato largo y cuando volvió a pasar la misma enfermera pregunté por mi hijo a quien todavía no había visto, ‘¿es una nena?’ pregunto, “no, un varón”, ‘no sé, ya lo van a traer’”.
Separada de su hijo, de su marido, del contacto humano esencial en el momento del parto y el nacimiento, Sol tuvo la voluntad de escribir un largo relato sobre su experiencia. Pero al momento de escribir a RIMA, no sabía dónde presentar ese relato. Ni siquiera estaba segura de que podría tener carácter de denuncia. “No sólo se violan los derechos de las madres y padres, también los de los niños y niñas que están naciendo. Separarlos y dejarlos en una cuna es una violencia innecesaria y que puede provocar complicaciones”, dice Perla Prigoshin, que elaboró un instructivo para presentar denuncias, más un modelo de carta que quienes sufrieron violencia obstétrica pueden presentar a la institución en la que fueron víctimas, con copia al Inadi y a la Defensoría del Pueblo de la localidad que corresponda. Este material está disponible en la página de la titular de la Consavig –perlaprigoshin.com.ar– y en los sitios de Facebook de la ONG Dando a Luz y la Asociación de Puericultoras Universitarias.
Lo cierto es que más allá de las denuncias que se puedan hacer, los y las estudiantes de medicina aprenden el proceso de parto con la mujer acostada, inmovilizada, con la recomendación de no comer ni beber y sujeta a suero y monitoreo como práctica de “prevención”. “Por eso es que nuestra intención –dice Prigoshin– es que el parto respetado, tal como lo concibe la OMS y como está consagrado en la ley argentina, se incluya dentro de la currícula desde el inicio de las carreras médicas y en la licenciatura obstétrica.” Sin embargo, aun cuando la ley de parto respetado ya lleva en vigencia nueve años, desde su sanción, en 2004, su aplicación es completamente despareja y en muchos casos nula.
Cualca - Violencia obstétrica




Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-8037-2013-05-26.html
http://mamikanguro.com/blog/hagamos-visible-lo-invisible-no-a-la-violencia-obstetrica/

Noviazgos Violentos

. Es preciso enseñar a chicos y chicas que no deben permitir malos tratos.

maltratoCuando no se respeta la igualdad de derechos entre varones y mujeres, muchas veces se pueden dar situaciones de violencia de relaciones de pareja. Y esto no sólo ocurre en parejas adultas. Las situaciones de violencia de las parejas muchas veces empiezan durante el noviazgo.
Un día un empujón, otro día un insulto, después una cachetada, burlas...
No hace falta esperar a que estén viviendo una relación afectiva para empezar a conversar sobre las relaciones de pareja y las formas de estar atentos a posibles manifestaciones de violencia y malos tratos:
Es importante enseñar a reconocer cuándo hay situaciones de violencia para poder alejarse de este tipo de vínculos.
Las conductas violentas muchas veces se justifican diciendo que son "juegos" o "muestras de cariño" o que "ahora los noviazgos son así". Esto puede confundirnos, desorientarnos y no permitirnos ver la gravedad del problema. Debemos trasmitir precisamente lo contrario: el amor es confianza y buen trato. Los celos excesivos en una pareja dañan y provocan violencia, Porque buscan controlar parte de la vida de la otra persona. Y esto no tiene nada que ver con demostrar amor.
Las relaciones violentas empiezan de a poco y suelen empeorar  y crecer en sus manifestaciones, aunque por momentos se atraviesen etapas mas tranquilas, de perdón y reconciliación. Debemos trasmitir que no deben permitir nunca el maltrato y que el pedido de disculpas no sirve se cambia la actitud.

SI TU PAREJA...
*Amenaza permanentemente con terminar la relación.
*Se burla de tu aspecto físico o de tus logros.
*Te acosa sexualmente.
*Te acaricia agresivamente, haciéndote daño.
*Critica y desconfía de tus amigas, amigos, compañeras y compañeros de trabajo o estudio, vecinas, vecinos y hasta puede llegar a prohibirte que mantengas relaciones con ellos.
*Te niega la posibilidad d iniciar o continuar tu pertenencia a grupos culturales, políticos o artísticos.
*Te obliga a peinarte, vestirte o maquillarte a su gusto.
*Controla cómo gastás tu dinero.
*Es grosero y vulgar para expresarse t utiliza. frases con un alto nivel de agresión verbal.
*Revisa y controla tus llamadas, mensajes de texto y correo electrónico.
*Te acusa de coquetear y/o mantener relaciones sexuales con otros.
*Pone a prueba tu amor por medio de trampas para ver si lo engañás, lo querés o le mentís.
*Conquetea con otras personas aún estando vos presente.
*Manipula las conversaciones hasta que te sentís cansada o impotente o asumís todas las culpas. 

Según la Organización Mundial de la Salud, 3 de cada 10 adolescentes denuncian que sufren violencia en el noviazgo. Por otro lado muchas de las mujeres que son maltratadas durante el matrimonio vivieron violencia en el noviazgo.
En nuestro país el 76 por ciento de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja, han sufrido agresiones psicológicas, 15% han sido víctima de violencia física y 16 por ciento han vivido al menos una experiencia de ataque sexual. (Datos obtenidos de la encuesta realizada por el Instituto Mexicano de la Juventud).
Los estudios realizados indican:

- La edad en que son más vulnerables a la violencia es en la adolescencia.
- Es una situación que se mantiene en silencio porque la gran mayoría considera que son conductas normales, que no aumentarán y no se atreven a denunciar.
- Es más común que la ejerzan los hombres, sin embargo las mujeres también utilizan formas de control como la manipulación y el chantaje.
- Puede darse al poco tiempo de iniciar el noviazgo, después de algunos meses o años y seguramente continuará en caso de que lleguen a casarse.
- Esta situación se da en todos los estratos sociales aunque es mayor en las áreas urbanas.
- Una pareja violenta es muy probable que tenga antecedentes de violencia en su familia y su conducta no cambiará espontáneamente.
- Inicia con la violencia psicológica después se pasa a la física y luego a la sexual.

No te insulta o te golpea porque te ama


La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.
Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.
La pareja no se da cuenta de la situación que está viviendo porque hay factores a su alrededor que les impiden ver el rumbo que lleva la relación; el estar enamorados no les permite pensar objetivamente por lo que no se dan cuenta que están ejerciendo violencia sobre su pareja o son víctimas de esta.
Cuando nos enamoramos idealizamos a nuestra pareja y nos creemos capaces de superar esa "mala racha", tolerarla e incluso perdonar "sus arrebatos", porque después de todo pensamos que si nos tratan o tratamos de cierta manera es por amor, sin embargo es preciso tener en cuenta que los novios no deben confundir maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja.


Cómo se manifiesta la violencia en el noviazgo


Para saber si tu relación es violenta simplemente debes analizar cómo te sientes cuando estás a su lado; es decir te sientes libre de comentar o hacer cualquier cosa, o tienes que cuidarte de tus comentarios y comportamientos porque temes que en cualquier momento se enoje y se ponga agresivo(a).
Otra forma es analizar si en tu relación se encuentran ciertos comportamientos que normalmente se repiten, por ejemplo:
1ra etapa: Tu pareja se tensa constantemente, su tensión se acumula y crece tanto que insulta y reprocha.
2da etapa: Te agrede física y/o emocionalmente sin poder controlarse.
3ra etapa: Busca la reconciliación, dice arrepentirse, promete que va a cambiar y te llena de obsequios y se muestra muy complaciente.
Cuando este ciclo sucede más de una vez en la relación o la pareja tiene episodios de agresión que aparecen de la nada, se está ante un caso de violencia que debe ser detenido y atendido.

Actitudes violentas

Físicas.
  • Empujones.
  • Arañazos.
  • Puntapiés.
  • Bofetadas.
  • Puñetazos.
  • Mordeduras.
  • Estrangulamiento
  • Agresiones con armas.

Violencia emocional.


  • Insultos.
  • Gritos
  • Amenazas.
  • Intimidaciones.
  • Castigos.
  • Sometimiento.
  • Chantajes.


Violencia sexual

El tipo más frecuente de esta agresión es la llamada violación por confianza, sucede cuando la pareja es presionada a tener actividad sexual; luego de insinuaciones, chantajes y amenazas, finalmente la pareja logra que acepte sostener relaciones sexuales con ella, aún en contra de sus deseos.


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Rioja 1576 - Tel : 4802947

areanujer@rosario.gov.ar
www.rosario.gob.ar/mujer




Fuente: http://www.amor.com.mx/violencia_en_el_noviazgo.htm

                                                                                                                                                      

Características del amor verdadero

Para llegar al verdadero amor no hay atajos. Algunas personas buscan "quemar" etapas demasiado rápido, por lo que no logran integrar adecuadamente afectividad y sexualidad. No llegan a disfrutar del verdadero amor sino que sólo conocen algunos sucedáneos.

Una equivocación muy frecuente es fundamentar el amor principalmente en la búsqueda del placer. Este error tiene efectos muy negativos para el desarrollo personal y social.

En la búsqueda del amor es necesario el tiempo y la educación, que nos preparan a cultivar el intelecto y la voluntad.

A) El conocimiento nos proporcionará los elementos de juicio necesario para distinguir las etapas del amor y tomar las decisiones acertadas en cada momento, evitando ser manipulados o actuar bajo falsas imágenes del amor
B) La voluntad nos ayuda a dirigir nuestro sentimientos y afectos, nuestros pensamientos y nuestra acciones. Seremos capaces de mantenernos en la decisión tomada, sin actuar bajo presión tomada, sin actuar bajo presiones que nos perjudiquen.

El conocimiento y la voluntad nos enseñan a respetar a las personas, su dignidad. Entendemos fácilmente que hay conductas que debemos evitar, en beneficio nuestro y de los demás. Además, ejercitando la voluntad en el tiempo también consolidamos los cimientos que nos permitirá ir alcanzando la madurez física y psicológica necesaria para amar de verdad.

El amor falso se caracteriza por:

  • Búsqueda individualista de la propia satisfacción: es algo que se busca y se hace para uno mismo.
  • Se fundamenta principalmente en el placer sexual: más que "dar amor" busca un "amor egoísta".
  • La búsqueda de placer se convierte en una cadena que ata, pesa y esclaviza. Al final el sexo no produce satisfacción completa y debe ser continuamente repetido y/o sustituido. 
  • Se llega a utilizar la propia intimidad como objeto de intercambio ocasional: es dar el cuerpo sin haberse entregado uno mismo. Te conviertes en persona-objeto.
  • Se vive siempre el momento, la improvisación. Te incapacita para asumir metas altas, valores duraderos.
  • Una relación física sin compromiso es necesariamente provisional: induce a pensar que aún está por llegar alguien mejor.
El amor verdadero se caracteriza por:
  • Es paciente, da paz y tranquilidad. Sabe esperar: disfruta de cada momento sabiendo que va construyendo su vida y sus ideales, su conciencia y su personalidad.
  • No quiere quedarse en las meras sensaciones, sino buscar la verdad que hay en ellas, su valor más profundo.
  • Se acomoda al ritmo natural de la maduración del amor: no se trata de reprimir las tendencias, sino de saberlas dirigir y para eso se necesita aprendizaje y maduración personal.
  • Sabe que la libertad no está en hacer lo que me viene en gana, sino en saber gestionar las ganas para saber si conviene.
  • No toma decisiones precipitadas y sin pensar en las repercusiones. fomenta el autodominio* y el autoestima: busca el bien para si y para la otra persona..
  • La relación está basada en las comunicación, en el conocimiento mutua y tiende a la exclusividad y a la eternidad.      


jueves, 23 de octubre de 2014

Violencia Familiar o Domestica

Solo por ser mujer estamos expuestas a sufrir discriminación y maltratos. Todos son dolorosos e injusto y nos hieren mucho.
Pero cuando esto sucede en nuestra casa, dentro de nuestra familia o con nuestra pareja, nos cuesta mucho darnos cuenta y decidir cortar con esta situación.

Por eso es importante que sepas que la violencia familiar:
  • Es una realidad que afecta y daña a muchas familias.
  • esta fuertemente condicionada por patrones socioculturales que la generan y permiten.
  • la sufren mayoritariamente las mujeres, los niños y las niña, como consecuencia de los desequilibrios de poder en la familia.
  • la violencia familiar se da en un proceso, no surge "de golpe", por eso es importante detectarla a tiempo.  
MALTRATO PSICOLÓGICO
Si te controla, insulta, humilla o desvaloriza.
Si te persigue, vigila,acosa,amenaza.
Si te cela excesivamente.
Si te cuenta sus amorosas.
Si te amenaza con sacarte a los chicos o te acusa de no saber cuidarlos.
Si critica tu cuerpo, tu manera de hablar o de vestir.
Si no te permite que estudies, trabajes o recibas visitas.
Si rechaza tu afecto con indiferencia.
Si utiliza el silencio como castigo (no te habla).
Si te aleja de tu familia o de tus amigos y amigas.

MALTRATO FÍSICO
si te empuja, te escupe o patea, abofetea o golpea con los puños.
si te arroja cosas:platos, cuchillos u objetos cortantes.
si te corta, quema,lesiona,aprieta el cuello, agrede con armas.
si te encierra para impedir que salgas.
si te obliga a realizar tareas que comprometen tu salud.

MALTRATO SEXUAL
si te obliga a tener relaciones sexuales cuando no queres.
si te impone actividades sexuales que te resultan dolorosas o desagradables.
si te impide prevenir embarazos.
si no toma precauciones frente a infecciones o enfermedades de transmisión sexual.
si llega al uso de la fuerza física: la violación.

MALTRATO ECONÓMICO
si te controla los gastos de manera obsesiva.
si te impide tomar o participar en decisiones económicas.
si te exige dinero o te obliga a conseguirlo.
si te niega la cuota alimentaria o te entrega una cuota mínima e insuficiente.
si te impide manejar tu propio dinero. 
   

Trata de personas

    La trata de personas o comercio de personas es el comercio ilegal de personas con propósitos de esclavitud reproductiva, explotación sexualtrabajos forzados, extracción de órganos, o cualquier forma moderna de esclavitud.   Es un delito internacional de esa humanidad y viola los derechos humanos tanto como de la persona, también se lo denomina la esclavitud.Es una violación a los derechos humanos que atenta contra la libertad y la dignidad de las víctimas.

¿qué es la trata de personas?

cuantas veces vemos por televicion noticias sobre chicas y chicos que desaparecen de un día para otro y cuyas familias no tienen ni idea donde pueden estar. ¿sabias que ellos son engañados, amenazados y secuestrados para llevarlos lejos de su casa y explotarlos sexualmente?.

a ese delito se lo llama trata de personas para la explotación sexual. casi siempre, las victimas son mujeres, niños, niñas y adolescentes. también es importante saber que aveces se combinan con otras formas de trata, como la trata laboral, que se de cuando se obliga a la personas adultas, aveces o en sus hijos e hijas, a trabar, por ejemplo, en el campo, en talleres que confeccionan ropa o en tareas domesticas.

¿Como consiguen estos delincuentes llevarse a las personas?

Aveces lo hacen por la fuerza, con amenazas como estas: "si no trabajas para nosotros, tu familia la va a pasar mal" o "si no venís, te quemamos la casa".
Otras veces, engañan con oferta de trabajo o de estudio tentadoras y les dicen que se van a alejar de la familia, pero que van a ayudarlos mandando les dinero del trabajo. a veces, a las chicas las convencen diciéndoles cosas con: "te vamos a llevar a la ciudad, a trabajar con una familia buena y te van a dejar salir para terminar la secundaria", o "con lo linda que sos vas a trabajar de modelo, vas a ganar un montón de plata y vas a aparecer en tapas de revistas". Muchas veces, estas ofertas laborales se hacen por Internet.




Spot contra la trata: La trata no es un juego (Prometeo Contenidos Audiovisuales)